Azucena Jiménez Lobato y David Torrens González. Cofradía de Jesús Amigo de los Niños
Como cada año llega el día más alegre de toda la Semana Santa: el Domingo de Ramos. Los más pequeños se levantan entusiasmados porque Jesús sale a lomos de su borriquita para recorrer las calles de nuestro precioso pueblo. Pero varios días antes, los cofrades apuran hasta el mínimo detalle para que este día llegue a su máximo esplendor.
Tras un año llega el momento de sacar las túnicas de sus armarios, montar las andas donde irá nuestro paso, preparar las banderas, estandartes y palmas que portarán nuestros cofrades, y por último, afinar y poner a punto cada uno de los instrumentos que tomarán parte en la procesión. Son muchos los meses de preparación que los músicos de la Semana Santa dedican para que nuestras procesiones tengan el mejor acompañamiento que podamos prestar.
Como sabéis, la Cofradía de Jesús Amigo de los Niños cuenta con una banda de cornetas y tambores joven, tanto en la edad de la mayoría de sus integrantes como en su trayectoria. La banda de la cofradía, popularmente conocida como “Borribanda” o “Banda de la Borriquilla”, surge en el año 2018, compuesta inicialmente por un grupo de personas con el interés de compartir su música en un ambiente de compañerismo y unidad, contribuyendo a su vez a realzar la cofradía que cuenta con los cofrades más jóvenes de nuestra ciudad. Los comienzos no fueron fáciles, ya que no se disponía de todos los medios necesarios para formar una banda. Fue gracias a la colaboración ciudadana, bien con sus donaciones desinteresadas o bien con la compra de papeletas que los propios integrantes de la banda y cofradía vendían, como se consiguió adquirir los instrumentos y materiales necesarios. Porque no vamos a mentir a nadie, queramos o no para la formación y sustentación de una banda es necesario un apoyo económico. Cabe destacar también el compromiso altruista de personas cercanas a nuestro círculo, que con sus aportaciones materiales contribuyeron a que en su primer año, esta banda tuviera una puesta en escena lo más elaborada y vistosa posible. En definitiva, esta agrupación no surgió como un proyecto de algunos integrantes, sino que fue fruto de una ilusión por la que apostaron varias personas con todo lo que pudieron proporcionar. Todo ello con un objetivo común: hacer disfrutar de la música.
Tras todos estos preparativos, la Banda de la Borriquilla hizo su primer desfile el 25 de marzo, Domingo de Ramos, sin duda un día que quedará en la memoria de todos aquellos que contribuyeron a que todo esto fuera posible.
Recordemos que todo esto no es más que un vistazo a los preparativos de uno de los muchos componentes de una cofradía, en la que participan numerosos mirobrigenses. Portando las banderas, los estandartes y las palmas, conducen a la Borriquilla y no sin esfuerzo, ya que esta procesión cuenta con uno de los recorridos más extensos y característicos de nuestra Semana Santa, pues como cada año, sale desde la Iglesia de Santa Marina, fuera de murallas, para atravesar el Puente Romano y regalar a los espectadores unas preciosas vistas de la procesión desde la muralla, continuando su subida por la cuesta de la Colada hasta el centro de la ciudad, donde cientos de personas aguardan la llegada de Jesús y el agitar de las palmas que festejarán una vez más su entrada a la Plaza.
Participar en la Semana Santa es una experiencia que todos deberíamos vivir alguna vez. Desde fuera, pueden parecer una nimiedad los sentimientos que pude llegar a despertar el hecho de pertenecer a una cofradía y acompañar a los demás cofrades en la procesión en la que tanto tiempo han dedicado, cada uno desempeñando una función diferente al resto. Pero desde aquí les invitamos a experimentar de primera mano la alegría y satisfacción que todos sienten al saber que gracias a la dedicación de cada uno es posible que año tras año la Semana Santa se siga celebrando en nuestro pueblo.